Representante de la Red de Ganaderas y Ganaderos camélidos Sudamericanos del Territorio Biocultural Andino expuso en Seminario Internacional de Patrimonio Cultural Inmaterial organizado por la Subdirección Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial del Servicio Nacional del Patrimonio.
Este 7 y 8 de noviembre se llevó a cabo la XI versión del Seminario Internacional de Patrimonio Cultural Inmaterial, organizado por la Subdirección Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial del Servicio Nacional del Patrimonio. La actividad fue encabezada por la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo y la directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Nélida Pozo.
Este es un espacio de encuentro, reflexión, debate y difusión que todos los años reúne a expositores nacionales y extranjeros para abordar diversos temas que están relacionados con el patrimonio cultural inmaterial. En la versión 2023 el enfoque fue la interrelación existente entre el patrimonio cultural inmaterial, el medio ambiente y las materias primas. Para ello, se han abordado diversos temas, como por ejemplo algunas de las prácticas tradicionales de extracción y uso de materias primas; la relación de las comunidades con su entorno natural; la afectación que sufren algunos territorios ante el cambio climático y las diversas amenazas que afectan al medio natural y al acceso a las materias primas; la conservación de la biodiversidad; la afectación por la escasez hídrica; y la sostenibilidad de las técnicas artesanales, entre otros temas.
En un espacio de conversación entre cultores y cultoras de diferentes tradiciones participó Ximena Anza, lideresa de la red de ganaderas y ganaderos camélidos Sudamericanos del Territorio Biocultural Andino, que trabaja con Servicio País en la macrozona norte. En la ocasión estuvo con representantes de la Carpintería de ribera de la región de Los Lagos, Recolectores de algas de la región de Coquimbo y Alfarerería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, en la región de Ñuble. En relación a la ganadería camélida mencionó que esta práctica es un proceso de domesticación que viene de sus antepasados y ellos buscan transmitir la carga cultural a las futuras generaciones, pero una de las dificultades que enfrentan muchas veces es que las decisiones que toman las autoridades en relación al quehacer altoandino no va de la mano de las necesidades de quienes habitan el territorio.
Ximena comenta que la principal dificultad que enfrenta la ganadería altoandina por el cambio climático tiene relación con la alteración de los ciclos del agua, que se han visto cambiados en el tiempo, “las lluvias son cada vez más escasas y cuando vienen son muy abundantes, y en vez de dejar algo positivo dejan destrucción porque desbordan ríos, se llevan la orilla de ríos donde pastan nuestros animales y afectan los bofedales. Además el uso de agua dulce para la producción minera ha generado una disminución de este recurso para el ganado del territorio altoandino. Para paliar esto nos encontramos como red buscando formas de protección a la ganadería camélida, porque para nosotros es importante mantener un sistema que va más allá del ganado, porque es un complemento a nuestra cultura, a la ocupación territorial y a tener nuestras propias formas de autoabastecimiento”. Además la lideresa menciona que la colaboración con Servicio País les ha llevado a realizar un trabajo muy positivo, ya que con el conocimiento de las y los jóvenes la comunidad ha podido acceder a proyectos productivos y de mejoras a la vivienda.
Cabe destacar el espacio que se generó el primer día del seminario, en el cual expusieron representantes de Tejuelería artesanal de la región de Aysén, salineros y salineras de O’Higgins, artesanos de práctica textil de Trarikan de La Araucanía y artesanas de tejido en crin de Rari y Panimavida, de la región del Maule. Este último es un oficio muy conocido por nuestra fundación, ya que desde hace varios años Servicio País colabora con las artesanas de Rari para visibilizar y potenciar esta práctica. Teresa Barros, pertenece a una agrupación que se encuentra trabajando por la salvaguarda de esta artesanía comentó que los pesticidas y los efectos del cambio climático, como la sequía, han afectado la disponibilidad de materia prima para la confección de sus productos. Es por eso que actualmente traen un material orgánico desde México y apuntan a la idea de que en Chile se pueda plantar el mismo vegetal, lo que les permitiría acceder con mayor facilidad a él.