La propuesta tomó en cuenta los aprendizajes de la institución tras 27 años de intervención territorial y comunitaria a través de su programa SERVICIO PAÍS, que actualmente se desarrolla en las 101 comunas más vulnerables y rezagadas de Chile. El documento fue entregado por la presidenta de la Fundación Superación de la Pobreza, Andrea Repetto; su directora ejecutiva, Catalina Littin; y el subdirector ejecutivo, Ernesto González.
19 de abril 2022.- Esta tarde fue entregado a la mesa directiva de la Convención Constitucional la propuesta Umbrales Sociales para Chile, elaborada por la Fundación Superación de la Pobreza. En concreto, se trata de 10 propuestas de política pública que buscan promover estrategias de desarrollo local inclusivo que se sostengan en el patrimonio biocultural de las comunidades que lo habitan, con una participación activa e incidente de éstas en las decisiones que se toman y que les afectan directamente en el marco de los territorios que habitan.
La propuesta fue recibida por el vicepresidente del órgano, Gaspar Domínguez, quien recordó sus tiempos como médico rural en Ayacara, una localidad aislada en la comuna de Palena, región de Los Lagos. Por su parte, Andrea Repetto, presidenta del directorio de la Fundación, señaló que desde la institución se intenta comprender la pobreza y realizar un trabajo profundamente regional y con las comunidades. Añadió que falta pertinencia local de las políticas públicas y participación.
La directora ejecutiva Catalina Littin explicó que el modelo de desarrollo actual “está erosionando un patrimonio al que las comunidades han dedicado por generaciones su protección y su salvaguardia, y eso es lo que está aquí expuesto en 10 claves que, aun cuando toman los aprendizajes y las sabidurías del pasado, están mirando al futuro”.
Esta propuesta, Umbrales Sociales, presenta una paradoja: territorios bioculturalmente ricos presentan una alta pobreza por ingresos y multidimensional. Es por ello que se establece que la clave para comenzar a resolver esta paradoja es mirar Chile desde lo local, resguardando las dinámicas, cohesión social y modos de vida que se dan en los diferentes territorios.
Por ejemplo, en el país existen comunas que presentan niveles de pobreza multidimensional por sobre el promedio nacional, como General Lagos (67%) o Colchane (63,5%), mientras que en ellas se concentra casi del 70% de la masa ganadera de camélidos del país, cuyo potencial ha sido destacado a nivel mundial debido a la calidad de su carne y su mayor resiliencia ante el cambio climático y menor impacto ambiental.
La propuesta de la institución desagrega el país en siete territorios bioculturales: Andino, Urbano, Secano, Agrario, Wallmapu, Patagonia interior y Litoral-insular, cada uno con sus características medioambientales y comunitarias propias. La pobreza también se vive de forma heterogénea y las políticas públicas estandarizadas y no adecuadas a las diferentes características territoriales podrían incluso aumentar la pobreza.
Entre las 10 claves que presenta la Fundación se encuentran: integrar el enfoque de Territorios bioculturales en las políticas públicas y el análisis de la pobreza; fomentar una economía local del bien común; promover el retorno y arraigo de la juventud a territorios rurales, insulares y costeros; promover la gobernanza de áreas pequeñas y bienes comunes; reformar el marco de planificación y ordenamiento del territorio; reducir el riesgo de desastres y enfrentar el cambio climático; fortalecer los sistemas alimentarios locales; salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial; reformar el sistema de protección social bajo una mirada comunitaria, participativa y biocultural; y fortalecer la institucionalidad y el sistema de análisis oficial de la pobreza.