Hoy más que nunca en el contexto de la crisis sanitaria mundial se hace particularmente pertinente reflexionar en torno al aporte, el rol y el protagonismo de las y los jóvenes en la atención, recuperación y la reactivación de las sociedades para retomar la senda del desarrollo. Particularmente importante es relevar a las y los jóvenes del mundo rural, quienes históricamente han estado invisibilizados y quienes no solo son un actor importante, sino que son los llamados a protagonizar las transformaciones y la reactivación de los territorios rurales. Para ello es fundamental contar con instrumentos, metodologías y apuestas específicas para enfrentar estos desafíos que, desde nuestro punto de vista, tienen que necesariamente desarrollarse en el contexto de estrategias colaborativas, asociativas y comunitarias, que en el actual contexto de pandemia, han de ser las más pertinentes para posibilitar la reactivación del desarrollo sostenible en los territorios rurales.
Con estos elementos como telón de fondo y con un gran sentido de urgencia, se dieron cita la Fundación Superación de la Pobreza (FUSUPO), el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) y el Centro Internacional de Economía Social y Cooperativas (CIESCOOP) junto a los más de 150 participantes de diferentes países de América Latina y España, en el webinar “EL POST COVID 19 ES AHORA: oportunidades desde la economía social y solidaria para acompañar a las juventudes rurales en la reactivación de sus territorios”: Presentando un análisis de las principales medidas tomadas en la región Centroamericana para atender la crisis sanitaria desde el sector agroalimentario y de protección social, abre el evento el Secretario Ejecutivo del CAC, Roberto Harrison, quien señala que “se ha buscado garantizar la alimentación en las poblaciones más vulnerables” buscando además resguardar a todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. Mario Radrigán, director de CIESCOOP, nos presentó las diversas aristas de lo que podríamos llamar el paradigma de la economía social y el cooperativismo, destacando no solo que existen más de 260 millones de personas en el mundo que son parte de alguna cooperativa agroalimentaria; sino también las bondades de estrategias colectivas de estas características para enfrentar crisis: “el modelo cooperativo es resiliente, nacieron en contextos de crisis, funcionan y se potencian en estos ámbitos”, señala.