Ante casi medio centenar de personas que incluyó a representantes de La Ligua, San Bernardo, Puente Alto y Franklin se dio inicio al segundo ciclo de Territorio Común y se hizo el lanzamiento de un muevo proceso de fondos concursables. La iniciativa contó con la participación de representantes de las distintas organizaciones que dan vida a esta iniciativa.
La biblioteca del Colegio Eliodoro Matte Ossa, de la comuna de San Bernardo, fue la elegida para dar inicio al segundo ciclo de Territorio Común, un proyecto de las fundaciones Avina, Colunga, Fibra, Mustakis, Olivo y YA, con el apoyo en terreno de las fundaciones Don Bosco, Superación de la Pobreza y Urbanismo Social, y la participación de la agencia de innovación Gulliver, Simón de Cirene y Vinko, que busca fortalecer las capacidades y liderazgos comunitarios para potenciar redes de intercambio y colaboración.
Como una jornada cargada de emoción, aprendizajes y transferencia de conocimientos calificaron l@s asistentes a esta cita que tuvo un panel de conversación, liderado por Alejandra Mustakis integrante del consejo directivo de Mustakis y Leonor Merin, directora de Innovación y Territorio de dicha fundación y en el que Marlene Fuentes, representante de Bajos de Mena, Úrsula Ibáñez, de San Bernardo, Carla Hernández de Franklin y Yayi Acevedo Quiroz, de La Ligua, pudieron hablar sobre los sueños que tienen para sus territorios, la importancia de la organización comunitaria, la visión que tienen de ellas como agentes de cambio y el impacto que tiene esta iniciativa para las personas. (Revive parte del panel aquí)
Hernández, quien ya fue parte del primer ciclo de Territorio Común, reflexionó sobre el impacto que esta iniciativa tuvo en su comunidad al permitirles trabajar en conjunto, pero también revalorizar su historia, su identidad y fortalecer de esta manera su sentido de pertenencia. “Queremos habitar nuestro barrio de todas las formas posibles, no solo compartir, sino que trabajar y vivir en él. Queremos pasar de ser un barrio de organizaciones a un territorio organizado. No me siento una líder, pero sí me siento una vecina comprometida y creo que si vamos sumando voluntades y generando más compromisos, podemos generar esos cambios tan importantes, pero que no alcanzan a ser tomados por la Política Pública debido a su escala”, finalizó.
En tanto, Acevedo, activista trans feminista quien también ya fue parte del programa en en La Ligua. Destacó la oportunidad de visibilizar a la comunidad, de empoderar nuevos liderazgos y de que iniciativas como estas salgan de la Región Metropolitana y de las grandes urbes para llegar a localidades más urbanas y destacó el hecho de que las niñas, niños y adolescentes sean escuchad@s como parte de sus comunidades. “Ser activista, ser dirigente menor de 30 años en zonas rurales es muy difícil. Ser niñe, niña, niño o adolescente en un contexto tan adulto céntrico impide que sus voces sean escuchadas, validadas y aquí estamos abriendo espacios. Es fundamental activar la cultura, el arte y los espacios de comunidades organizadas con sueños colectivos“, dijo.
En tanto Fuentes e Ibáñez, quienes se suma a partir de este ciclo, hablaron de lo que esperan y de los anhelos que tienen puestos en esta iniciativa. “Me encantaría que Bajos de Mena, en Puente Alto, dejara de ser reconocido por la delincuencia, la drogadicción, los microbasurales, que tuviéramos una tenencia responsable, porque tenemos altos índices de abandono animal, me encantaría que su gente volviera a ser vista“, dijo Fuentes, mientras que Ibáñez explicó que sueña con tener “un San Bernardo más limpio, más seguro, donde la familia pueda salir a los parques, a las plazas a compartir porque hoy tenemos muchos sectores tomados por la delincuencia, con falta de luminaria y necesitamos volver a ocupar esos espacios“, dijo.
Durante la jornada también dieron unas palabras Jennifer Ayala, de la Secretaría Comunal de Planificación de San Bernardo, Arturo Celedón, Director Ejecutivo de Colunga, Isidora Larraín, directora ejecutiva de Fibra, Yael Senerman, directora ejecutiva de Olivo y Emilia Gallo de Urbanismo Social, quién realizó el lanzamiento oficial de los fondos concursables.