Una llamada telefónica, escuchar, acompañarse. Esos son los conceptos que cruzaron un proyecto de voluntariado inédito del programa SERVICIO PAÍS de la Fundación Superación de la Pobreza, denominado Acompañamiento Telefónico a Adultos Mayores, que logró convocar a 149 voluntarios y voluntarias a los largo de Chile.
Atacama, Valparaíso, el Maule y La Araucanía, fueron parte de las nueve regiones incorporadas en esta iniciativa, que se implementó en 27 comunas a nivel nacional y que consistió en conversar, a distancia, con 231 adultos mayores que residen principalmente en zonas rurales, en el contexto de la pandemia del Covid-19.
“La idea de esto era hacer un acompañamiento (a los adultos mayores), generar un vínculo, cambiarles un poco de tema. Mostrarles también la realidad de las personas que los llamaban”, explica Valentina Echeverría, Coordinadora (s) del Área Jóvenes de la Dirección Nacional de SERVICIO PAÍS.
En la misma línea, agrega que “uno de los problemas que detectamos fue que en los sectores rurales se da mucho que, parte de la familia, por ejemplo los hijos, viven en las capitales regionales y viajan los fines de semana a verlos (…). Como había cordones sanitarios, quedaron muy solos y además tenían que estar encerrados. No se podían reunir en los clubes de adulto mayor, que echaban mucho de menos”.
A través de una convocatoria se logró reunir 149 participantes quienes, tras pasar un proceso de selección de los encargados de voluntariado de la Fundación, integraron equipos regionales, incluyendo a un líder de trabajo por zona.
Fue así que se realizaron jornadas de bienvenida para los voluntarios, de interiorización del modelo de la Fundación Superación de la Pobreza, además de orientaciones con una profesional en psicología, entrega de un manual y directrices para la derivación de casos complejos.
El compromiso fue que cada participante hiciera un llamado a un adulto mayor, con una periodicidad mínima de una vez a la semana, durante un mes. Una de las características interesantes de este proyecto, fue que estos contactos se hicieron de manera cruzada, es decir, los voluntarios en la mayoría de los casos, asistieron a personas que vivían en regiones distintas a las suyas.
“Estamos muy contentos porque fue una experiencia positiva, de una iniciativa inédita (…) En segundo lugar, fue un proyecto virtual o remoto. Nuestros voluntariados son, casi en el 99% de los casos, presenciales. Entonces, poder hacer algo así, que se genere un vínculo de manera virtual, es bien impresionante”, sostiene Valentina Echeverría.
Por otra parte, la Coordinadora (s) del Área Jóvenes Nacional del Programa Servicio País, destaca otro aspecto positivo en este tipo de acciones. “Creo que lo que pasa cuando uno participa en un voluntariado, es que uno dice: voy a ayudar a tal persona que lo necesita, haré un cambio en la sociedad, etcétera. Pero al final, el impacto real se hace en el voluntario”, subraya.
La jornada de cierre de este proyecto se realizó el 22 de octubre pasado, instancia en la que los voluntarios y voluntarias hicieron una reflexión y platearon propuestas para una sociedad más inclusiva con los adultos mayores.
La experiencia en Valparaíso
La comuna de Cabildo (provincia de Petorca), fue el lugar donde se realizó este proyecto en la región de Valparaíso, con un total de 9 adultos mayores que recibieron este acompañamiento, que se ejecutó entre fines de julio y el mes de octubre.
Francisco Valdivia, Gestor de Jóvenes en la región, explica que uno de los aspectos particulares del trabajo en Cabildo fue que “los adultos mayores que acompañaron los voluntarios, eran personas que cuidaban de otros mayores, que podían ser sus hijos, esposos, esposas o hermanos”.